En Italia, entre 1945 y 1976, más de 12.000 mujeres se casaron por poderes con parejas que no pudieron asistir por motivos como el servicio militar, el encarcelamiento o restricciones de viaje. Mina de Bolonia fue una de ellas.

En 1961, Mina, de veintiséis años, se propuso casarse con Darío, que se había trasladado a Eritrea para trabajar como veterinario. La testaruda Mina decidió que cuando abordara un vuelo a África para reunirse con Darío ya sería llamada esposa, al menos ante la ley. Entonces, organizó su boda y el mejor amigo de Darío, Franco, para hacer el papel del novio.

Unos días después de su boda por poderes, Mina voló a Eritrea con su pomposo vestido blanco de encaje envuelto en una gran bolsa de plástico bajo el brazo. Se reunió con su verdadero marido Darío y capturó el momento tan esperado en una película en color.