"Es único y, a veces la experiencia confusa; uno está determinado en gran medida, por el abandono deliberado de la fotógrafa , ya que no existe una secuenciación del libro de forma lógica y el deseo de reciclar y yuxtaponer géneros discordantes de imagines se hace presente para esta serie de fotografías, ha presentado imágenes de espacios e interiores en el Crown Plaza Shoreditch. En cierto sentido, es una parodia del hotel, un inventario de imágenes banales de televisores, muebles genéricos, vitrinas, pasillos y salas de reuniones proliferan alrededor del lanzamiento de la manera ocasional, con modelos japoneses melancólicos o primeros planos de pinturas kitsch.
Los objetos y los sujetos se fotografían, re-fotografian, se escanean a diferentes niveles de calidad y, a menudo repiten con ligeras variaciones a lo largo del libro, la elaboración de una intención de mostrar tanto el uso ubicuo de imágenes, así como su incapacidad para presentar significado fijo . Además, como espectadores, estamos raramente seguros de si lo que estamos viendo es una imagen tomada o apropiado por Angeletti, tal es su deslizamiento en estilos. Como la idea de autoría despliega gradualmente también lo hace la fuente original.
Angeletti es claramente una conocedora de ambigüedades pictóricas. En secuencia final del libro, Angeletti muestra sus fotografías instaladas en todo el hotel, en una alineación de contenido y el contexto, ya que, como señala Brian Dillon en su introducción: “la habitación del hotel es una imagen, rehecha al menos una vez al día, y la cosa que está destinado a parecerse es en sí mismo."