Ciudad de México, México, 199. Jael Orea explora la fotografía desde varias perspectivas que gradualmente construyen un discurso complejo y sutil. En sus andanzas por las afueras de la Ciudad de México, se topa con situaciones e involucra a extraños en la conversación, construyendo los resultados en narrativas visuales y literarias. Orea aborda la fotografía como una forma de confrontar la propia experiencia del mundo, centrándose en la noción de lo extraordinario y dividiéndolo en ciertos conceptos que dan forma a su trabajo. Al deconstruir la experiencia en sus elementos, reflexiona sobre el ser como unidad y el arte como una herramienta para compartir una acción generada a partir del tiempo pasado con los extraños que encuentra, a partir de la cual construye historias en imágenes y palabras.