Henryk Ross (1910-91) fue un fotógrafo de prensa judío en Polonia antes de la Segunda Guerra Mundial. Encarcelado por los alemanes invasores en el gueto de Lodz, se convirtió en uno de sus dos fotógrafos oficiales. Sus deberes le daban acceso a instalaciones fotográficas que utilizaba para fotografiar en secreto las atrocidades de Lodz, mientras que también grababa escenas de la vida doméstica entre la “élite” del ghetto. Cuando los alemanes comenzaron la liquidación de Lodz en 1944, Ross enterró sus 3.000 negativos. Sobreviviendo al Holocausto, los recuperó y, desde su casa de posguerra en Israel, distribuyó imágenes que mostraban los horrores de Lodz. Pero hasta ahora, la mayor parte de sus fotografías han permanecido sin ser vistas, incluyendo muchos de la policía del ghetto. Para una audiencia acostumbrada a las fotografías dramáticas del sufrimiento del Holocausto, las escenas tranquilas y domésticas que él grabó son conmovedoras ya veces chocantes, desafiándonos a repensar lo que entendemos sobre la sociedad del ghetto. Con un prólogo del exitoso experto en holocausto Robert-Jan van Pelt, y con un apéndice de documentos originales, este volumen se presenta con un ensayo informativo e ilustrado del historiador Thomas Weber. Publicado en asociación con el Archivo de Conflicto Moderno.